
El ingrediente básico del gazpacho, el tomate, nos aporta una
gran dosis de antioxidantes, beta carotenos, vitamina C, potasio y licopeno
(molécula de acción preventiva de los procesos degenerativos). Los demás
componentes del plato andaluz por excelencia (el pimiento, el pepino, el pan y,
por supuesto, el aceite de oliva) son todos alimentos con propiedades
protectoras cardiovasculares y, además, el ajo protege contra las infecciones.
Los últimos estudios científicos indican que el aporte de
vitaminas, fibra vegetal, ácidos grasos poliinsaturados, sales minerales y
glúcidos del gazpacho lo convierten en un plato ideal para personas con estrés,
convalecientes de enfermedades y quienes deseen llevar a cabo una dieta
equilibrada.
Vamos con mi receta.
Ingredientes:
1 kg de tomates maduros
70 gr de pepino
30 gr de cebolleta
50 gr de pimiento verde
2 dientes de ajo
Aceite de oliva, vinagre, sal y azúcar (para rectificar la acidez)
Elaboración:
Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora o en la máquina que tengamos y trituramos bien. Añadimos un poco de agua y batimos hasta obtener la textura deseada. Cuanto más potente sea la máquina mejor textura obtendremos. Si trabajamos nuestro gazpacho con una batidora casera, no son demasiado potentes, yo recomiendo paciencia y batir mucho y tamizar después con un chino. De esta forma obtendremos una muy buena textura, sin pieles ni restos de verdura.
Guarniciones:
Picamos lo más fino y pequeño posible pimiento verde, cebolleta, tomate y pepino colocando cada ingrediente en un pequeño bol. Picar tambien huevo cocido y añadir otro bol con picatostes de pan.