Dicen los que saben que uno no puede amar a nadie si no se ama a sí mismo y es una gran verdad,. Y como todos los amores, éste también hay que que cuidarlo, mimarlo y mantenerlo ardiente. Para ello es necesario tratarnos a nosotros mismos como trataríamos a nuestra pareja y darnos a veces esos cuidados y caprichos que la rutina diaria no nos permite tener muy a menudo.
¿Cuantas veces tenemos realmente tiempo para dedicarlo a nosotros? ¿A pensar en el día, a darnos un baño relajante? ¿A cenar en la tranquilidad de nuestra própia compañía?. Esto es precisamente lo que mi amigo denomina como "Hacerse un Yo" y hoy quiero invitaros precisamente a ésto, a prepararte esa tarde especial, ese cuidado con mimo, esa cena caprichosa, esa vela en la mesa, ese placer de sentirse feliz y completa.
El ritual es, en este caso, muy importante, piensa tranquila el menú, aquello que te gusta y no comes a menudo. Prepáralo todo con tiempo y goza de ello. Sal al mercado, disfruta de la gente, de los alimentos, de los olores, de pensar cómo vas ha hacer ésto o aquello, es divertido.
Prepara una bonita mesa, ¡¡es tu noche especial!!, pon ese mantel de bordados que sólo pones en Navidad, una velita, el pan en cestitas, ya sabes..
Cuando entres en la cocina olvidate del mundo, pon algo de música que te guste y te motive y disfruta cocinando, adornando cada plato como si de esta cena dependiera el amor de tu vida. Escoge una botella de vino que te guste y disfrútala con la cena, será perfecto.
Y por último, date un baño con sales, perfúmate, ponte una ropa cómoda pero que te haga sentirte guapa, prepara el ambiente de luz, música y a cenar, relajada y tranquila.
Después de ésto, querras repetir, seguro.
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